DOMINGO III DE ADVIENTO (Jn 1, 6-8.19-28)
Propuesta
de oración
en forma de diálogo interior
con uno mismo
Yo no soy la luz,
¿Cómo lo iba a serlo
envuelto como estoy
por oscuridades interiores?
Yo no soy la luz,
soy solo esa tenue sombra
que nace
cuando empieza a levantarse
el sol; y sombra como es
habla de la luz que nos visita.
Yo no soy la vida.
¿Cómo iba a serlo
si estoy vestido de desierto,
de sed de amor y plenitud?
Yo no soy la vida,
soy esa tierra que siente
el frescor del agua
que fecunda sus entrañas
y proclama con sus brotes
la esperanza para todos.
Yo no soy la palabra.
¿Cómo iba a serlo si mi voz
tropieza de continuo
con el miedo y la mentira?
Yo no soy la palabra,
soy un balbuceo
que quiere cantar
el tiempo nuevo
que susurra vivo en su interior.
Yo no soy, pero llega EL-QUE-ES,
El que alumbra toda sombra
y fecunda toda estepa
y suelta toda lengua
para que cante el canto del amor.
Ya llega, y yo que lo espero
solo invito a todos a esperar
¿Cómo lo iba a serlo
envuelto como estoy
por oscuridades interiores?
Yo no soy la luz,
soy solo esa tenue sombra
que nace
cuando empieza a levantarse
el sol; y sombra como es
habla de la luz que nos visita.
¿Cómo iba a serlo
si estoy vestido de desierto,
de sed de amor y plenitud?
Yo no soy la vida,
soy esa tierra que siente
el frescor del agua
que fecunda sus entrañas
y proclama con sus brotes
la esperanza para todos.
¿Cómo iba a serlo si mi voz
tropieza de continuo
con el miedo y la mentira?
Yo no soy la palabra,
soy un balbuceo
que quiere cantar
el tiempo nuevo
que susurra vivo en su interior.
El que alumbra toda sombra
y fecunda toda estepa
y suelta toda lengua
para que cante el canto del amor.
solo invito a todos a esperar
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