¿Volver a lo normal? 4
Normal es ver
lo que hay a nuestro alrededor. Sin
embargo no es lo habitual. “No vemos las cosas como son, sino como somos”, decía
Anaïs Nin. En un sentido esto da a la realidad una tonalidad propia, personal,
que posibilita que podamos compartirla sin que el diálogo sobre cualquier cosa
sea un juego de espejos repetitivo y, por tanto, aburrido. La mirada propia no
deja a la realidad ser simplemente ante nosotros, sino que la hace ser en
diálogo con nuestra vida. Y esto puede ensancharla, hacerla más grande de lo
que parecía ser. Basta pensar en lo que supuso la irrupción de los pintores
expresionistas e impresionistas. Basta pensar en la catedral de Rouen pintada
en varios momentos por Monet o en el retrato del papa Inocencio X pintado por
Velázquez y 300 años después por Francis Bacon. La realidad se dice en nosotros
de múltiples formas, en un juego sin fin de expresiones imposibles de fijar sin
momificarlas.
Y sin embargo, esta
riqueza expresiva de la realidad al contacto con nuestra alma puede anularse cuando la mirada está tan presa
de los propios intereses y prejuicios que solo recorta lo que ve según estos
mismos; cuando estamos tan cegados por ideas previas que proyectamos una
cuadrícula sobre la realidad en la que hemos decidido de antemano lo que puede
ser y lo que no, lo que existe y lo que es imposible, lo que es verdadero y lo
que no, lo que es bello y lo que no, lo que es apreciable y lo que es
despreciable. Esta mirada ha perdido su capacidad de atención para escuchar la
realidad y dejarla hablar, dejarla decirse, dejarla ser ella misma. Y entonces
solo vemos negros, ilegales, fachas, rojos, homófobos, maricones, meapilas, pijos,
gitanos… sin percibir a alguien como nosotros en ellos. Entonces solo vemos lo que
coincide con lo que queremos ver y perdemos de vista lo que necesitamos ver
para salir de esa caverna donde solo se perciben las sombras de lo real y se
oculta la verdad total de la realidad y sus posibilidades.
Ha sido normal ver que el COVID’19 nos hacía sufrir a
todos, porque todos estamos hechos de la misma carne, pero en muy poco tiempo
lo normal ha sido volver a vernos desde nuestros prejuicios e intereses. Y si la
nueva normalidad fuera ver escuchando la realidad, en especial aquella que
marginamos porque vivimos a gusto en nuestro mundo y no queremos responder a lo
que nos llama y a quien nos llama a salir de nosotros mismos.
Ha estado bien q los héroes está vez eran médic@s, enfermer@s, camioner@s, repartidor@s, personal de limpieza, etc .
ResponderEliminarAhora no lo son??
Q ha cambiado en nosotr@s nuestra perspectiva?
Q pronto cambiamos!!!!