Los pies del Señor (Wayne Forte)

Caminabas por encima de nuestras palabras siempre demasiado pegadas al suelo, siempre demasiado torpes, habitadas por una distancia mortal que nos separa de los demás porque dicen lo que no deben y no dicen lo que deben. Y tú, sin dejarte tragar por ellas las renuevas con tu aliento de vida dejando que en ellas el Aliento creador de Dios vaya engendrando sobre la tormenta de sus aguas caudalosas la nueva creación. Como Pedro nos agarramos a ellas para no hundirnos y te decimos: ¿A dónde se dirigirán nuestros pasos, cómo resistirán apoyados en algún otro lugar, si solo tú tienes palabras de vida eterna?

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