EN SOCIEDAD

La escritora portuguesa Sophia de Mello consigue desmontar, en un cuento de apenas cuatro páginas titulado Retrato de Mónica, ese cliché diabólico que habita en nuestro interior y que nos dice que la persona alcanza su máximo valor cuando se presenta en sociedad con un currículo de vida perfecto, sea en lo personal, en lo social o en lo laboral.

“De hecho -dice la escritora- para conquistar todo el éxito y todos los gloriosos bienes que poseía, Mónica tuvo que renunciar a tres cosas: a la poesía, al amor y a la santidad.

La poesía se le ofrece a cada persona una sola vez y el efecto de negarla es irreversible. El amor se ofrece raramente y el que lo niega algunas veces, después ya no vuelve a encontrarlo. Pero la santidad, ¡ah!, la santidad se le ofrece a cada persona cada día nuevamente y por eso los que renuncian a la santidad están obligados a repetir la negación todos los días”.

Toda la vida de Mónica era lo que tenía que ser y, sin embargo, toda ella estaba vacía de poesía, de amor, de santidad, porque para esto se requiere dejar de pensar en la mirada de los demás y en la propia perfección.


Texto tomado de Sophia de Mello Breyner Andresen, “Verónica”, en: Cuentos ejemplares, Encuentro 2017, 89-93.

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