PASO A PASO

Una de los párrafos más recordados de la novela Momo de Michael Ende es el de Beppo Barrendero:

“A veces -le dice a la niña- tienes ante ti una calle larguísima. Te parece tan terriblemente larga, que nunca crees que podrás acabarla. […] Te empiezas a dar prisa, cada vez más prisa. Cada vez que levantas la vista, ves que la calle no se hace más corta. Y te esfuerzas más todavía, empieza a tener miedo, al final estás sin aliento. Y la calle sigue estando por delante. Así no se debe hacer. […]

Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Sólo hay que pensar en el paso siguiente, en la inspiración siguiente, en la siguiente barrida […]. Entonces es divertido […] entonces se hace bien la tarea. Y así ha de ser. De repente uno se da cuenta de que, paso a paso, se ha barrido toda la calle. Uno no sabe cómo ha sido, pero no se está sin aliento”.

Sin embargo, vivimos, como dice Vincent Pizzuto, la espiritualidad del semáforo en ámbar, tenemos que acelerar ante él porque hemos de llegar rápidamente a no se sabe dónde y conseguir todo, sin darnos cuenta de que el todo no existe sin amar cada pequeña parte.


Textos tomados de Michael Ende, Momo, Alfaguara 1995, 38-39; Vincent Pizzuto, Contemplar a Cristo. Los Evangelios y la vida interior, Desclée de Brouwer 2022, 165-168.

Comentarios

  1. Lo único que tenemos es el día a día y ayudar a nuestro prójimo siempre demasiado cerca, aunque la mayoría de las veces no vemos, cuanto nos necesita.

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