Fragmento apócrifo de la creación (1)


Entonces el Señor se dijo: Terminemos nuestra obra y hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Y tomó barro del seno de María y modeló un cuerpo frágil que apenas se sostenía por sí mismo. E insufló su Espíritu en el barro diciendo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.
Y se levantó Jesús, se puso en pie y comenzó a caminar por la historia dejando un rastro de bendición que hacía distinguir a Dios en los senderos pedregosos de la vida. Y como un río que atraviesa la estepa y la llena de fecundidad, la presión de sus pies hacía  volver a nacer brotes de vida donde solo había tierra reseca. 
La creación estaba terminada, los caminos de todos se unían siguiendo los pies del Hijo que caminando sobre las aguas los conducía a la tierra firme del misterio eterno de Dios. Se oyó cantar a la muchedumbre: Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor; nuestros pies ya están pisando tus umbrales.
Y cuando hubo concluido Dios vio que todo era hermoso a sus ojos y amble a su corazón. Y en la eternidad se pudieron contemplar los pies de los ángeles bailando al compás de los ritmos alegres de la nueva humanidad.

Comentarios

  1. "¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del Mensajero que anuncia la paz, que trae la buena noticia, que anuncia la salvación, que dice a Sión: «Tu Dios es Rey!»"
    (Is 52, 7)

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