PREJUICIOS
A veces no imaginamos hasta qué punto las leyes de nuestra sociedad que parecen iguales para todos, se aplican con prejuicios e intereses ocultos. La educadora Jane Elliot lo ponía de manifiesto a través de una simple propuesta en una conferencia: “Quiero que se ponga de pie -decía- cada persona blanca de este salón que estaría feliz de ser tratada de la manera en que esta sociedad en general trata a los ciudadanos negros”. Esto mismo hace Nana Kwame en los relatos de su libro Friday Black . A través de historias, a veces esperpénticas, como Los cinco de Finkelstein , desestabiliza el fluir ingenuo y cómplice de nuestra vida. En esta una fiscal argumenta, casi con desesperación, para que se haga justicia a cinco niños negros asesinados por un blanco: “Soy una de esas personas lo suficientemente tontas como para pensar que existe una diferencia entre el bien y el mal. De alguna manera. Todavía. Por favor, demuéstrenme que no soy una necia. Demuestren a los padres de esos niños que no