EN SOCIEDAD
“De hecho -dice la escritora- para conquistar todo el éxito y todos los gloriosos bienes que poseía, Mónica tuvo que renunciar a tres cosas: a la poesía, al amor y a la santidad.
La poesía se le ofrece a cada persona una
sola vez y el efecto de negarla es irreversible. El amor se ofrece raramente y
el que lo niega algunas veces, después ya no vuelve a encontrarlo. Pero la
santidad, ¡ah!, la santidad se le ofrece a cada persona cada día nuevamente y
por eso los que renuncian a la santidad están obligados a repetir la negación
todos los días”.
Toda la vida de Mónica era lo que tenía
que ser y, sin embargo, toda ella estaba vacía de poesía, de amor, de santidad,
porque para esto se requiere dejar de pensar en la mirada de los demás y en la
propia perfección.
Texto tomado de Sophia de Mello Breyner Andresen, “Verónica”, en: Cuentos ejemplares, Encuentro 2017, 89-93.
Ganas de leerlo
ResponderEliminarHay que dejarse hacer por el Padre, el sabe lo que nosotros necesitamos
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