El rostro de Cristo (Arcabas)

Señor que no te agarras a tu poder para hacerte notar. Jesús que no tienes miedo a la dependencia y te pones en nuestras manos para ser tú mismo en nuestra carne. Señor que redimes nuestra pequeñez, tan miedosa de la vulnerabilidad, tan rebelde e insumisa a los procesos de nuestra carne dependiente y mortal. Jesús bebé que no haciendo nada nos enseñas a vivir la vida en aceptación agradecida. Señor, hijo que nos enseñas que siempre somos hijos de la vida, de los demás y de Dios.

Comentarios

Entradas populares de este blog

TRAS LA MUERTE DE JAVIER. Compañero de presbiterio.

DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C (Jer 38,4-6.8-10; Sal 39; Hb 12,1-4; Lc 12

DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C (Gn 18, 1-10a; Sal 14, 2-5 ; Col 1,24-28; Lc 10, 38-42)