El rostro de Cristo (Bobby Sivad)

Señor de rostro concreto, hombre mediterráneo de tez pintada por el sol del desierto de Judea y curtida en la fértil tierra galilea. Señor de arrugas naturales y remolinos vivos en tu melena ondulada. Concreto con tu nariz aguileña y tu mirada inconfundible. Uno más, nada más, y a la vez único como todos y cómo ninguno. Ahora sí, ya no estoy solo, ahora que eres carne de mi carne. Así te quiero, Señor al que pudo mirar, cuerpo inconfundible de Dios.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA CELDA. Jornada pro orantibus - 2023

Los ángeles de la noche (cuento de Navidad)