El rostro de Cristo (Berna López)

La vida del creyente israelita siempre anheló contemplar el rostro de Dios, con la confianza de que en su presencia quedaría envuelto por la santidad de su misericordia. Con la encarnación del Hijo esta se ha convertido en visible, y ante él, los cristianos hemos puesto, en este rostro tan concreto como pluriforme, nuestra vida para que su mirada la acoja y bendiga.

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