EL DESIERTO EN CASA. Propuesta de camino cuaresmal
Existe una tradición en el libro del Éxodo,
escondida entrelíneas de los textos que han dominado la redacción del libro, que
habla de la salida de Egipto como una expulsión del pueblo de Israel de la
tierra de Egipto al desierto. Me gustaría utilizarla para reflexionar sobre el
sentido que podemos dar a la cuaresma este año.
La razón es que antes de que pensemos en la imagen
del desierto como un lugar donde ir para encontrar lo esencial de nosotros
mismos, este nos ha invadido en múltiples formas, dejando nuestras vidas llenas
de pobreza, dolor, incertidumbre… en una situación cuaresmal existencial. Es
como si el COVID nos hubiera expulsado al desierto metiendo las arenas del
desierto en nuestra propia casa obligándonos a atravesar a todos, de diferentes
maneras, pero a todos, una estepa existencial que requiere fuerza y confianza.
En esta perspectiva la cuaresma litúrgica puede ser
una invitación a reconocer los gestos, situaciones, realidades con los que Dios
acompañó al pueblo de Israel e identificar con él los lugares de su presencia
alentadora entre nosotros.
Comentaré en sucesivas entregas algunas de estos gestos,
situaciones, realidades con indicaciones para hacer oración y recibir la
confianza y fortaleza de Dios que pueda llevarnos a una tierra nueva y fecunda.
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