INCONSISTENCIA

No es extraño que alguna vez la realidad nos parezca insustancial, que sintamos su carácter efímero, inconsistente, que notemos que la nada se la va comiendo por dentro. En especial, cuando pasa por situaciones de sufrimiento, la vida tiende a reflejar su carácter hueco de sí misma. “Todo es vanidad”, decía el autor del Eclesiastés. Y esta insustancialidad, paradójicamente, la hace muy pesada de cargar.

La novela Liquidación, de Imre Kértesz. Se refiere esta situación cuando dice: “Últimamente […] la realidad se había convertido en un concepto problemático p Keserú o, cosa más grave, en un estado problemático. En un estado que carecía sobre todo de realidad. Cuando de algún modo lo obligaban a utilizar la palabra, Keserú siempre añadía en el acto: «La llamada realidad». 

Y es entonces, en esa noche oscura, cuando se puede iluminar definitivamente con la vida de Dios que la acoge y eterniza en su frágil grandeza o ser tragada como por un agujero negro de antimateria. Aquí son los místicos, que han pasado por la noche oscura, los que nos indican el camino a seguir. 


Texto tomado de Imre Kértesz, Liquidación, Anagrama 2004, 11.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA CELDA. Jornada pro orantibus - 2023

Los ángeles de la noche (cuento de Navidad)