DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO (Am 7,12-15; Sal 84, 9-14; Ef 1, 3-14; Mc 6, 7-13)

A veces pienso que en la Iglesia nos ha pasado lo que ya advertía Jesús a su generación. Él estaba en medio con fuerza para expulsar demonios y, sin embargo, estos, dice el texto, se volvieron más listos para engañar a los hombres y la situación resultó peor (Mt 12,43-45). Pues, ¿acaso no terminó Jesús en la cruz condenado y abandonado por los suyos (Jn 1,11)?
Es verdad que hoy, en este cambio de sociedad tan radical que estamos viviendo hemos de pensar las estructuras de la Iglesia y sus doctrinas para diferenciar la forma de su sustancia, lo histórico de lo eterno. Pero, sin duda, lo más difícil es ponernos ante el Señor, frente a frente, y dejar que él expulse de nosotros todos nuestros demonios. Unos demonios que muchas veces utilizan incluso frases y pensamientos de Jesús para hacernos creer que estamos con él cuando solo estamos con nosotros mismos. ¿Cómo si no distinguiremos lo verdadero de lo falso?
Ayudar en esta tarea es la misión de aquellos a los que el Señor eligió como operarios de su mies, dice hoy el evangelio, pero demasiadas veces nosotros mismos estamos aún demasiado presos de nuestros engaños. Jesús enseñó a sus discípulos a ver dónde se realizaba el evangelio y donde la fe se expresaba verdaderamente, y no era habitualmente ni en ellos ni en los dirigentes del pueblo. Esto nos debería poner en guardia a sacerdotes y obispos. Hoy me gustaría afirmar que esto se produce la mayor parte de las veces en los sencillos de corazón que habitualmente no pintan nada ni en la sociedad ni en la Iglesia, pero con su sencillez son los que pueden ayudarnos a salir de los engaños que nos separan del Evangelio (Lc 10,21).


Dibujo tomado de internet (autor desconocido)

Comentarios

  1. Yo también lo afirmo Paco pero nadie nadie de los que están en las estructuras de la Iglesia, van a hacer el mínimo caso a los sencillos de corazón, éstos son invisibles y ( como invisibles) no va a cambiar nada.
    Dudo que el mensaje de la buena nueva llegue a nadie.( En su esencia)
    Tergiversada para sus propios intereses sí pero nada bajo el sol no??



    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cuento a modo de meditación. DOMINGO DE PENTECOSTÉS.

Mañana de Corpus. Apócrifo