LA CELDA (Agradecido a las monjas que me acompañan) “Andad, sentaos en vuestra celda y vuestra celda os lo enseñará todo” (Abba Moisés) Quizá todo consista (me refiero a la vida espiritual) en abrir una celda en el propio interior. Una celda silenciosa donde vivamos solos solo con Dios, solo con su silencio acogedor, solo en su silencio alentador, solo en ese silencio que nos sufre hasta que consigue hacernos suyos, hasta que consigue hacernos en Él uno con todos. Una celda donde los juicios sean solo suyos y donde las palabras se atrevan a pronunciarse con libertad, aunque sean inoportunas o torpes o incluso blasfemas, mientras Él las recrea con su escucha con su voz. Una celda donde descansar sabiendo que todo está en sus manos, que para todo tiene un futuro de vida y comunión, aunque parezca imposible. Una celda donde quejarse hasta el agotamiento y pelear hasta que exhaustos nos dejemos abrazar. Quizá todo consista (me refiero a la vi
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