SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS (Mt 5, 1-12a). Bienaventuranzas para alentar una santidad a medio camino.
Bienaventuranzas para alentar una santidad a medio camino.
Bienaventurado tú si alguna vez quedaste embobado escuchando, como María a los pies de Jesús, sus palabras de vida y las guardaste en tu corazón para revivirlas de cuando en cuando.
Bienaventurado tú si te afanas por servirle en los demás, aunque como a Marta Jesús tenga que frenarte para que comprendas que es sobre todo Dios quien se afana en servirte a ti.
Bienaventurado
tú si dejas que Jesús, como hizo con Lázaro, visite los lugares oscuros en los
que la muerte te domina y dejas que otros te ayuden a arrancar los velos de
muerte que te atan.
Bienaventurado
tú si, aunque te sientas pequeño e indigno como la hemorroísa, te acerques con
fe a tocar su manto encendiendo una vela o presentando una pequeña oración a sus
pies y eso te da fuerzas para seguir tu camino.
Bienaventurado
tú si a pesar de tus miedos buscas a Jesús, aunque sea de noche y a escondidas
como Nicodemo, esperando encontrar la luz y la fuerza que no tienes.
Bienaventurado
tú si te decides a seguir a Jesús y no desesperas, aunque tengas que escuchar
de su boca como los discípulos, continuas correcciones para acertar con el
camino verdadero.
Bienaventurado
tú si has recibido la gracia de poder seguir sus pasos sin olvidar que los que
quedaban atrás eran tus hermanos, sin olvidar que solo has hecho lo que tenías
que hacer.
Bienaventurado
tú si logras descubrir que el nombre de Jesús extiende su poder más allá de
quien lo pronuncia de continuo y te alegras de la fuerza de bendición que
derrama sobre todos los hombres de buena voluntad.
Bienaventurado
tú si al final, aunque no puedas presentar al Señor una vida justa como el
malhechor crucificado, venciendo todo resentimiento, te confías a su misericordia.
Bienaventurado
porque, aunque sepas que no puedes llamarte santo, la santidad de Dios ya está
desbrozando tu vida y no tardará en hacerla tierra fecunda para su amor.
Pintura de Jane Robinson
Bienaventurados nosotros porque gracias a tí , podemos vislumbrar un poco a nuestro PADRE
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